El próximo 2 de marzo, cuando la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood entregue los premios Oscar, Timothée Chalamet tendrá 29 años y 65 días. Eso significa que si el intérprete neoyorquino se lleva la estatuilla a la que aspira por su papel de Bob Dylan en el 'biopic' 'A complete unknown' se convertirá en el ganador del premio al mejor actor protagonista más joven de la historia. El hombre que parece más cualificado para impedir que ello ocurra es Adrien Brody, que en los pronósticos más fiables se disputa con Chalamet la etiqueta de gran favorito por su trabajo en 'The brutalist'. El asunto tiene una curiosa vuelta de tuerca, porque ahora mismo el actor que ostenta la distinción de haber ganado el Oscar en la categoría principal a una edad más temprana es, precisamente, Adrien Brody.