Lorenz Hart compuso con Richard Rodgers canciones como 'My funny Valentine' y 'Blue moon'. Ahí es nada. El gran cancionero estadounidense siempre estará en deuda con él. Pero en la noche del 31 de marzo de 1943 constató, entre efluvios de alcohol y conversaciones con camareros, escritores y protegidas, el inicio de su declive: Rodgers, quien puso durante años música a sus letras, triunfaba por todo lo alto con el musical 'Oklahoma!', con música de Oscar Hammerstein II, otro grande de la época en los escenarios de Broadway.