Con 357 kilómetros repartidos en cinco etapas, este tramo del Grand Tour de Catalunya se eleva desde la fértil llanura de Lleida hasta el corazón de los Pirineos. En el camino, el viajero descubre un mosaico de experiencias que combinan patrimonio románico, valles singulares, cielos estrellados, ríos impetuosos y pueblos que conservan intacta su esencia. Es un viaje que alterna contemplación y aventura, tradición y naturaleza, para adentrarse en la Catalunya más montañosa y auténtica.