El Mundial de Clubes es exactamente un Manchester City - Al Hilal. Un partido que de otro nunca habría pasado y que nadie puede predecir por mucho que se ponga a comparar jugadores, valores de plantilla y distancias. Uno pertenece a Emiratos Árabes Unidos y otro es el buque franquicia de Arabia Saudí. A partir de ahí, dos clubes compitiendo de tú a tú, convirtiendo el fútbol en un deporte global que convertirá este torneo probeta en una cita de interés cada cuatro años. El club saudí llevó al límite al inglés, saliendo de los tópicos de la jaula de oro para llegar a una prórroga a la altura del duelo. Con el revolver en la mano, el equipo de Inzaghi se salió con la suya torturando al City con dos tantos en el tiempo extra donde murió el City. Un encuentro que marca un antes y un después para el fútbol árabe, que buscará las semifinales ante Fluminense.