El reloj de la legislatura corre y el tiempo de la indulgencia se acaba. El presidente del Principado cerró su intervención en el discurso de apertura del debate de orientación política con una llamada a la exigencia: la propia y la ajena. Adrián Barbón ha empleado el ecuador del mandato para reforzar su idea de que está asentado el camino para un resurgir económico de Asturias, pero que recorrer ese “itinerario trazado” requiere de consenso político y social. Para el presidente el “resurgir de Asturias” es un hecho, lo que resta es consolidarlo.