J. G. P., un empresario ovetense de 38 años afincado en Madrid, fue detenido la semana pasada dentro de la "operación Quíone", por su relación con una organización criminal dedicada a realizar operativas de fraude de IVA en el sector de los hidrocarburos y al blanqueo de capitales. Se calcula que el grupo defraudó la friolera de 184 millones de euros. Durante las 19 diligencias de entrada y registro practicadas se detuvo a 11 personas y otras ocho están siendo investigadas. Se han incautado siete millones de euros en criptoactivos y solicitado el bloqueo de otros 19.