La cumbre convocada de urgencia este lunes por el presidente francés, Emmanuel Macron, en París para mostrar músculo europeo y reivindicar un puesto en la mesa de negociación para poner fin a la guerra de Ucrania, después de que tanto EEUU como Rusia haya orillado a los Veintisiete, ha terminado con una nota amarga al evidenciarse las divisiones sobre un hipotético envío de tropas al país eslavo en caso de acuerdo de paz. En lo que sí que coincidieron los participantes en el encuentro fue en que Ucrania y Europa deben ser partes activas para evitar cerrar en falso del conflicto.