El Ministerio de Sanidad apuesta por un cambio a fondo del actual modelo de salud mental y apuesta claramente por una asistencia basada en los derechos del paciente, que limite el uso del medicamento y evita los ingresos. Y es que, según el Ministerio, "la salud mental afecta en gran medida a muchos ámbitos políticos, como el empleo, la educación, la investigación". Así consta en el Plan de acción de Salud mental 2025-27 y que es el fruto del la estrategia global presentada recientemente y que las comunidades autónomas del PP rechazaron pero que ha sido acogido positivamente por casi todas las sociedades científicas y colegios profesionales del sector.