El HUCA y el resto de hospitales da la red pública sanitaria de Asturias funcionaron ayer con generadores de diésel que, como en el caso del San Agustín de Avilés, se reponían con cubas en cuanto se acababa el combustible. El HUCA de Oviedo quedó a media luz en los vestíbulos y pasillos grandes, donde se decidió bajar la intensidad para dar prioridad a las plantas de hospitalización a y los quirófanos. Otra de las instrucciones que se dio para hacer frente al apagón general fue reducir el uso de los ordenadores a los casos en que fuera imprescindible.