La polémica por el futuro del viejo HUCA sumó ayer un nuevo capítulo político apenas 24 horas después de que el consejero de Hacienda del Principado, Guillermo Peláez, asegurase que los derribos del antiguo complejo hospitalario podrían reanudarse hasta tres meses antes del traslado definitivo del Centro Comunitario de Sangre y Tejidos, previsto para octubre. El Partido Popular reaccionó este jueves con dureza y exigió la dimisión inmediata del consejero, además de la reprobación del presidente del Principado, Adrián Barbón, por lo que califican como “una cadena de mentiras y contradicciones” sobre uno de los principales problemas urbanísticos de Oviedo.