La preocupación está, evidentemente, sembrada; la confianza en que todo acabe siendo mucho mejor de lo que parece ahora, también. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado este jueves con aplicar aranceles del 200% al vino y champán, como respuesta al gravamen impuesto al whisky procedente de Estados Unidos. Esto, que parece que quede lejos, tiene un impacto directo en Cataluña, que ha hecho de Estados Unidos uno de sus mercados exteriores más importantes. En el caso del cava es, sin ir más lejos, el segundo país al que más vende, después de que este año haya escalado una posición. Entre enero y septiembre, esta denominación de origen envió 12 millones de botellas al país ahora gobernado por Trump. Fueron 17,8 millones, en todo 2023.