Durante sus más de 40 años en la práctica médica, y especialmente por su especialidad en oncología, para el doctor Elmer Huerta (Áncash, 1952) ver de cerca la muerte se volvió en algo recurrente. Y pese a que el fin de la vida es uno de los pocos hechos sobre los que podemos tener certeza, se dio cuenta de una constante entre los pacientes y sus familiares: hablar sobre la muerte es todavía un tabú.