Fundada en 1978 en el distrito del Rímac por Violeta Kohashigawa y Julio Gushiken, Hikari, que en japonés significa “resplandor”, es mucho más que una pollería. Es la historia de una familia nikkei que convirtió una pequeña fuente de soda en una tradición limeña que hoy celebra más de cuatro décadas de sabor, persistencia y evolución.