Dos manos claras que llevaron a sendos penaltis en contra evidenciaron a un Sporting que sufrió el desplazamiento en la primera parte y pecó de inofensividad en la segunda. Los de Borja Jiménez se vieron abrumados por la intensidad del Huesca en un nuevo comienzo dubitativo en el que la mano de Gelabert llevó al Huesca hasta el punto de penalti adelantándose por mediación de Sielva. Ya al final del encuentro, un nuevo golpeo en el brazo dentro del área rojiblanca, en este caso de Diego, incrementó la nube negra que reina sobre las cabezas de los jugadores. Kortajarena puso la sentencia y el Sporting suma una nueva derrota en una racha de cuatro partidos sin ganar.