El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene un discurso sostenido en contra de las guerras. Clama frecuentemente contra los muertos en los conflictos de todo el mundo. En su primer mandato no fue exactamente un presidente pacifista. Puso a Oriente Próximo al borde del caos tras ordenar el asesinato del general iraní Qasem Soleimani. Retiró a su país de los tratados de desarme nuclear. Las tropas estadounidenses siguieron en Irak o Siria y aumentó los bombardeos en Afganistán. Pero, con todo y con eso, ha sido el presidente menos belicoso de la historia reciente. George W. Bush invadió Irak (un millón de muertos). Obama atacó Libia e incrementó exponencialmente los ataques con aviones no tripulados por todo el mundo. Joe Biden envió miles de millones en armas para su guerra de destrucción en Gaza a Israel, ahora investigada como posible genocidio.