La muerte del exgobernador de Nueva Esparta, Alfredo Díaz, bajo custodia del Estado en El Helicoide, ha reavivado las denuncias sobre las condiciones de reclusión de los presos políticos en Venezuela y el uso de los organismos de inteligencia como centros de castigo contra la disidencia. Desde el 2014, ya son 17 los presos políticos que han muerto en las cárceles del chavismo