"Ya no sabemos qué pensar, tan pronto vemos obreros barriendo como supuestos chatarreros arrancando y robando ventanas para sacarse una propina". Así describe Carmen Fernández, vecina del Cristo la situación actual del viejo HUCA, el complejo sanitario cerrado desde 2014, donde los trabajos preparatorios para iniciar los derribos del antiguo Hospital General a la vuelta del trabajo y las constantes visitas de intrusos para sustraer todo tipo de materiales que puedan tener cierto valor descoloca al vecindario.