Vas conduciendo tranquilamente cuando, de repente, un agente de la Policía Nacional o la Guardia Civil te da el alto. Tras pedirte la documentación, te lanza la pregunta: “¿Podemos registrar su vehículo?” En ese momento, te asaltan las dudas: ¿Es obligatorio permitirlo? ¿Necesitan una orden judicial? ¿Pueden revisar el maletero sin tu consentimiento? La respuesta no es tan simple como pareceLa respuesta no es tan simple como parece.