El PSOE contiene las brechas internas tras el polémico acuerdo con Junts para delegar a la Generalitat las competencias en inmigración. Muestra de ello es que no forma parte del orden del día de la próxima ejecutiva del partido. Ni está previsto abordar este asunto ni tampoco someterlo a votación. Al contrario de lo que sí se hizo con el concierto económico que se pactó con ERC para la investidura de Salvador Illa. Entonces, la oposición interna fue transversal y sobrepasó a los sectores críticos habituales. Tampoco nadie ha pedido convocar al Consejo de Política Federal, que reúne a los secretarios generales autonómicos, según fuentes de la dirección. Una situación por la en Ferraz normalizan la digestión de este acuerdo.