El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, ha decidido dar un paso al frente ante el inicio de las negociaciones para resolver el conflicto en Ucrania. El líder británico se ha presentado como un actor clave para ayudar a aliviar las recientes tensiones entre Estados Unidos y la Unión Europea y ha puesto en marcha una estrategia diplomática basada en un discurso conciliador, con el objetivo de contentar tanto a Washington como a Bruselas. A pesar de las fricciones iniciales con la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, el ‘premier’ británico parece haberse beneficiado de contar con voz propia en el plano internacional y ha recibido señales positivas desde Washington en las últimas semanas.