De madre española y castellanoparlante, Robert Prevost ha querido que una parte de su primer discurso desde el balcón del Vaticano suene en español, un mensaje que ha sido recibido con entusiasmo por todo el mundo hispano y con especial gozo en todos aquellos lugares que, en el pasado, tuvieron la oportunidad de conocer de cerca al hombre que inicia un tiempo nuevo en la Iglesia.