Viajaba con mi mujer y otros amigos por el estado de Jalisco, que junto con el de Aguascalientes constituían la Nueva Galicia, y en mi visita al Museo de Cerámica, en Tlaquepaque (México), un guía local, de apellido Lepe, mezcló la alfarería con la llegada de los españoles a esas tierras y con el virreinato de la Nueva España, conformada entonces por la actual República de México, California, Nevada, Colorado, Utah, Nuevo México, Arizona, Texas, Oregón, Washington, Florida y partes de Idaho, Montana, Wyoming, Kansas, Oklahoma y Luisiana; el suroeste de la Columbia Británica (del actual Canadá); la capitanía general de Guatemala, que incluía Belice, Costa Rica, El Salvador, Honduras, Nicaragua; la Capitanía General de Cuba, con la República Dominicana, Puerto Rico, Trinidad y Tobago y Guadalupe; la provincia de Venezuela, Bocas del Toro en Panamá y la Capitanía General de Filipinas, con las Carolinas, las Marianas...